El Expresionismo: la representación del mundo interior (1905-1933)

Estilo surgido en Alemania que trata de dar al espectador una visión de los sentimientos del artista. Forma, color y textura están al servicio de esa transmisión de los estados de ánimo del autor. Supone el inicio de la pintura abstracta en sentido estricto ya que se desvincula por fin del referente. Es una pintura subjetiva que deforma y exagera. Sus grandes influencias fueron autores consagrados como Goya, el Greco, y otros más recientes como el belga James Ensor y el noruego Edvard Munch.


Los dos grandes grupos de artistas del movimiento fueron los llamados “Die Brücke” (el puente) en Dresde formado principalmente por Ernst Kirchner y Emil Nolde y “Der blazer Reiter” (el jinete azul) compuesto por Vasily Kandinsky, Franz Marc, Paul Klee en Munich, ambos con objetivos y rasgos comunes aunque con alguna diferencia estilística que les dividía.

Si se observan las obras de El Greco (1541-1614) y de Francisco de Goya (1746-1828), puede verse que aunque ambos pintores pertenecen a épocas muy diferentes, están unidos por un mismo objetivo: representar la realidad de acuerdo a sus sentimientos. Pese a no tener similitudes en sus características formales, ambos utilizaban el mundo exterior para representar el mundo interior. Esta idea fue la clave del Expresionismo que se desarrolló en Alemania entre 1905 y 1920.
El Greco, El quinto sello del Apocalipsis, 1608.
Óleo sobre lienzo, 225 x 193 cm. Metropolitan Museum, Nueva York.
Esta obra de El Greco está inspirada en un pasaje del Apocalipsis. El autor afina y sintetiza los personajes y carga la intención en los gestos, en las manos y en los ojos.

Francisco de Goya, Saturno devorando a un hijo, 1820-1823.
Óleo transportado del muro al lienzo, 146 x 83 cm. Museo del Prado, Madrid.

En esta obra pintada sobre el muro, se han encontrado significados relacionados con la muerte y la melancolía.


Los antecedentes inmediatos del Expresionismo fueron Van Gogh, Eduard Munch. Van Gogh utilizaba arbitrariamente el color y hacía, en sus cuadros, un marcado empaste para lograr expresarse con más fuerza. Munch retrató -por medio de numerosos símbolos- temas como los miedos, la desesperación, los celos y la sexualidad atormentada. Ensor, por su parte, pintó personajes enmascarados y caricaturescos, y convirtió los desfiles del carnaval en la perfecta manera de representar la hipocresía social.


Edvard Munch, El grito, 1893.

Óleo, aguada y pastel sobre cartulina, 91 x 73,5 cm. Nasjonalgalleriet, Oslo.

Munch representó la vida espiritual en un mundo desgarrado. Los colores y las formas aumentan la fuerza de expresión del motivo. El grito es la obra más conocida de Munch. Este artista describió de la siguiente manera la experiencia la experiencia que lo llevó a pintar esta obra: "Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol;  de repente, el cielo se volvió rojo como sangre. Me detuve, me apoyé en la valla, indescriptiblemente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían como sobre el fondo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo y sentí el grito enorme, infinito de la naturaleza".



El puente

A principios del siglo XX, un grupo de artistas alemanes descubrió la pintura de Gauguin, Van Gogh, Toulouse Lautrec (1864-1901), Munch y Ensor, y las de artistas aún anteriores como El Bosco (1450-1516), El Greco y Goya, además de las formas esquemáticas y distorsionadas del arte negro. El singular descubrimiento los llevó a identificarse inmediatamente con las obras, ya que en ellas encontraron un modo de representación de la realidad mas profundo que el que les ofrecía el Impresionismo.
Fue así como el 7 de junio de 1905, en la ciudad alemana de Dresde, cuatro estudiantes de arquitectura fundaron el grupo Die Brücke (El puente). Eran Fritz Bleyl (1880-1966), Ernts Ludwing Kirchner (1880-1938), Erich Heckel (1883-1970) y Karl Scmitdt-Routtluff (1884-1976).
Estos jóvenes compartieron no solo su vida artística, sino también, sus más sencillas experiencias cotidianas. Creían en la formación de una nueva hermandad humana que sólo a través del esfuerzo colectivo podría superar las turbulencias de la época, trabajando para la realización de un mundo nuevo y mejor. En 1911, se trasladaron a Berlín, pero en 1913 debido a diferencias con Kirchner, el grupo se disolvió.

El jinete azul

En 1911, a partir de una iniciativa de los pintores, Wassily Kandisnky (1866-1944) y Franz Marc (1880-1916),se formó, en Berlín el grupo Der Blaue Reiter (El jinete azul). Esta vertiente del Expresionismo nació de la división del grupo Nueva Asociación de los artistas de Munich, del cual era presidente Kandisnky y que se había formado en 1909. Cuando Kandinsky renunció a la presidencia debido a diferencias internas, formó El jinete Azul, junto con Marc y con Gabrielle Munter (1877-1962).
El nombre del flamante grupo de debió al amor que Marc sentía por los caballos y al gusto que Kandinsky sentía por la imagen de los jinetes, como también al gusto de ambos por el color azul. Sus miembros realizaron varios exposiciones con obras del mismo Kandinsky, de Franz Marc.
Con el jinete azul, Expresionismo inició su segunda etapa, en la que no se proponía cambiar la sociedad y mejorar el mundo como habían pretendido los integrantes de El puente. El objetivo de El jinete azul, en cambio, era encontrar la espiritualidad en el arte. Esta meta hizo que, pronto, los pintores de este último grupo abandonaran las imágenes del mundo exterior para concentrarse en aquellas que había en su mundo interior, por lo que muchos artistas derivaron hacia la plena abstracción. Anteriormente, ya se habían realizado experiencias de pintura abstracta, pero fue Kandinsky el primero en dedicarse a investigarla, como artista y como teórico. Sus primeras pinturas abstractas, datan de 1910 a 1913, época en que realizó las llamadas Improvisaciones, composiciones en las que las formas estallan por medio del color, pero guardan un orden lógico.
Con la Primera Guerra Mundial, desapareció El jinete azul. En 1914, sus artistas realizaron la última exposición, Marc y Macke murieron en el conflicto. Kandisnky emigró a Rusia y el resto se dispersó por Europa.


El legado del Expresionismo

El expresionismo modificó la postura del artista frente a las cosas. Así, el pintor dejó de reproducir los objetos y se ocupó de recrearlos de acuerdo con las expresiones emotivas de su propio ser. Su preocupación se centro de la imagen íntima del objeto, más que en la belleza externa.
Si Matisse quería transmitir tranquilidad y desentenderse de los problemas de la época, los artistas de El puente deseaban, en cambio, sumergirse la realidad que le tocaba vivir y provocar al público por medio de los efectos físicos del color y de la distorsión de las formas.
Como buscaron un contacto con lo esencial de la realidad exterior, su obra no fue casi nunca agradable, ya que trataban de presentar en esa la fealdad y la agresividad en la que estaban inmersos. La realidad se traducía, pues, en formas angulosas y quebradas. Para retratarla, se usaba el color puro de manera arbitraria con fuertes contrastes y con empastes notables.
Distinta fue la postura de El jinete Azul. sus miembros tendían a una purificaciín de los institntos y a la captación de la esencia espiritual de la realidad exterior. Para ellos, el motivo esra sólo un pretexto, no el tema de la pintura. Por eso, los elementos de su pintura (color, forma, plano) se volvieron cada vez más autónomos y así, la obra misma se convirtió en el contenido principal, desvinculando la realidad.

Kandinsky, por ejemplo, quería llegar al alma de los espectadores por medio de los efectos psicológicos del color, teniendo en cuenta la relación de cada color con determinadas sensaciones o estados: el azul, con la espiritualidad; el verde, con la calma; el rojo, con el poder. Según este artista, las formas y las lineas también tenían su propio carácter. La teoría de Kandinsky creó un vocabulario nuevo en la materia de arte y convirtió la imagen en un "lenguaje escrito" que había que aprender para interpretar.
A partir de los expresionistas alemanes, los artistas iniciaron un camino de búsqueda, donde e arte adquirió su lenguaje propio y se independizó del motivo.


Karl Schmidt-Rottluf, Después del baño, 1912.
Óleo sobre lienzo, 87x95cm. Staatliche Gemäldegalerie, Dresde.
En este cuadro, Karl Schmidt acentúa las formas angulares de los personajes por medio de la línea y hace que se destaquen del resto por el contraste que logra con los ocres y por la utilización de la luz y de la sombra.

El expresionismo en el cine

El gabinete del Dr. Caligari (1919), del alemán Robert Wine, fue la película que mejor representó al cine expresionista. Los fuertes contrastes de luz y sombra, el espacio anguloso, un decorado roto, la interpretación gesticulante y antinatural del actor remiten a las pinturas de Kirchner y de otros artistas expresionistas. 



En esta misma linea se encuentra Metrópolis, donde los trabajadores realizan su labor bajo tierra mientras sus jefes viven en lujosos rascacielos.

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