El Fovismo: explosión de color (1905-1907)

En 1905, en el Salón de Otoño de París, se realizó un exposición impactante. Los pintores que participaron se llamaban Henri Matisse (1869-1954), Maurice de Vlaminck (1876-1958), André Dearin (1880-1954) y Georges Rouault (1871-1958). Por su forma particular de trabajar los colores, verdaderos protagonistas de sus cuadros, adoptaron el nombre fauves: "fieras". Mas tarde, se unieron al grupo, Georges Braque (1882-1963) y Raoul Dufy (1877-1953).

Matisse fue el principal referente del movimiento, decía que su sueño era crear un arte que actuara como un calmante mental, algo así como una "buena butaca donde descansar de la fatiga física". sin embargo, el público, que hacía poco había logrado acostumbrarse al Impresionismo, se horrorizó con las estridentes y llamativas obras de los fovistas.

Henry Matisse, Madame Matisse, retrato de la raya verde, 1905.
Óleo sobre tela, 42,5 x 32,5 cm. Statens Museum for Kunst, Copenhague.
Esta es unas de las primeras obras de Matisse en la que logra la autonomía del color con respecto a la forma.

Sucede que todos los representantes fovistas, de una u otra forma pintaban con una gran libertad y se caracterizaban por ubicar el color en primer plano. Así, empleaban colores puros y arbitrarios con independencia del motivo que se representara en el cuadro. De este modo, aparecen rostros verdes, cabellos azules, ríos amarillos, árboles violetas, y la realidad se ve transformada por completo, de acuerdo con la sensibilidad del artista y de su elección para expresarla.

André Derain, La curva de la carretera en L' Estanque, 1906.
Óleo sobre lienzo, 129,5 x 195,6 cm. Museum of Fine Arts, Houston.

En este cuadro, aparece una serie de árboles estilizados, creados de acuerdo con los impulsos emocionales del autor. A estos impulsos, Derain los llamó "color-pintor".

Los fovistas volvieron su mirada hacia el arte primitivo y oriental. Recibieron, ademas, influencias de los postimpresionistas: de Paul Gauguin, la independencia del color y de la forma; de Van Gogh, la exaltación de los colores; de Cézanne, la pérdida de la profundidad espacial en el cuadro. Si bien los Fovistas trabajaron los mismos temas que los impresionistas (retratos, paisajes, interiores), lo hicieron con una mirada definitivamente distinta.

El legado del Fovismo

Para los artistas del Impresionismo, movimiento de finales del siglo XIX, había que mirar la realidad desde el exterior. Por eso, representaban lo que observaban de acuerdo con los cambios que la luz producía sobre los objetos. En cambio, para los pintores fovistas, la realidad había que verla desde el interior, desde la propia subjetividad. La naturaleza debía, pues, mostrarse de acuerdo con el ojo del artista, lo cual dejaba de lado el papel imitativo de la pintura tradicional. Al principio, para lograr su objetivo los fovistas organizaron el cuadro con pequeñas pinceladas. Luego, comenzaron a extender el color en manchas planas y amplias, le otorgaron valores emocionales y simplificaron las formas figurativas.

Matisse incorporó, a la pintura de sus útimos años, audaces arabescos, que fueron el resultado de las influencias del arte islámico y, en particular, de las miniaturas persas. Su obra fue evolucionando a lo largo de su vida, hacia una síntesis que lo llevo a jugar con las formas abstractas por medio del color. Su premisa era la creación de una pintura pura, que tuviera valor por si misma y no por lo que representaba. De esta manera reducía el arte a lo mas esencial.

Henry Matisse, La serpentina, 1909.
Bronce, altura 56,5 cm. Museo de Arte Moderno de Nueva York.

La exageración de algunas partes y cierta desproporción en la figura demuestran el interés del artista por expresar sus emociones en lugar de realizar una representación objetiva del modelo.

El principal legado del Fovismo fue la implementación de un nuevo lenguaje pictórico, cuyo acento estaba puesto en la relación particular que cada artista establecía con la realidad, y que le permitía plasmar en el lienzo sus emociones e instintos por medios del color y de la linea.
Después de dos años de desarrollo, los pintores Fovistas, adoptaron otros modos de expresión que los alejaron de las experiencias iniciales. Pronto, apareció un lenguaje mas atento a lo racional que a lo instintivo, pero el color siguió siendo independiente de la forma y continuó actuando por si mismo.

Henry Matisse, Peces rojos, 1911.
Óleo sobre lienzo, 147 x 98cm. Museo de Pushkin, Moscú.

Los fuertes contrastes entre los peces rojos y la vegetación verde prevalecen sobre las formas, que se pierden entre tanta explosión de color.

Características:

• El fundamento de este movimiento es la liberación del color respecto al dibujo exaltando los contrastes cromáticos. Los artistas fovistas van a trabajar con la teoría del color interpretando qué colores son primarios, cuáles son secundarios y cuáles son complementarios. Mediante este planteamiento consiguieron una complementariedad entre colores, lo que producía un mayor contraste visual y una mayor fuerza cromática.
• En esta búsqueda tan dirigida hacia el color se olvidan otros aspectos como el modelado, el claroscuro o la perspectiva. La técnica pictórica fovista emplea toques rápidos y vigorosos, trazos toscos y discontinuos, aunque se cree distorsión en las figuras: se persigue dar una sensación de espontaneidad.
• Otra característica de esta pintura es su intención de expresar sentimiento. Esto hace que percibieran la naturaleza y lo que les rodea en función de sus sentimientos.
• El dibujo será un aspecto secundario para estos artistas, sin embargo Matisse no se olvidó de su importancia. También se destacaba la función decorativa y se empleaban las líneas onduladas.
• Defendían una actitud rebelde, un intento de transgresión de las normas con respecto a la pintura. Buscaban en definitiva, algo diferente, que les hiciese avanzar en el ámbito artístico.
• Con respecto a los temas que pintaban existía gran variedad: algunos pintaron el mundo rural y otros el ámbito urbano. Algunos realizaron desnudos e interiores, mientras otros preferían la pintura al aire libre influenciados por las costumbres del impresionismo, otros mostraban la importancia de sentir la alegría de vivir.