El término vanguardia era usado para referirse a los soldados que luchaban en la primer linea de combate. También aludía a los movimientos políticos que querían transformar la sociedad. Poco antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), en Francia, la palabra trasladó su significado militar y político al campo del arte. En este, sirvió para dar cuenta de la lucha contra las normas academicistas y de la voluntad de la transformación en la creación artística.
El primer grupo de vanguardia nació de una minoría de pintores que, a principios del siglo XX, manifestó su rechazo a los estilos artísticos dominantes y así colocó al arte en un plano de oposición y ruptura. Esta forma original de concebir el trabajo artístico trajo como consecuencia el distanciamiento de del artista y del público, y la crítica negativa de muchos especialistas que no comprendían los nuevos lenguajes.
Las vanguardias surgieron en momentos en que la tecnología avanzaba a grandes pasos; habían nacido nuevas disciplinas, como el Psicoanálisis, de la mano del médico austríaco Sigmund Freud; el físico Albert Einstein había publicado su Revolucionaria Teoría de la relatividad (1907) que cambió para siempre la percepción de la realidad en la dimensión espacio-tiempo.
En general, los movimientos de vanguardia se caracterizaron por cuestionar desde los problemas formales, relacionados con el lenguaje específico utilizado en la obra de arte, hasta las condiciones creativas del cine de autor y la relación del arte con el público. Estos principios, presentes en todas la disciplinas artísticas (pintura, cine, música, literatura, etc.), hicieron que el circuito -productor (artista), objeto (obra de arte), audiencia (público)- se fuera modificando permanentemente, a medida que se cuestionaba el arte como institución.
Luego de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las tendencias se multiplicaron, y se afirmó la libertad individual, por lo que cada artista decidió tomar rumbos independientes.
El primer grupo de vanguardia nació de una minoría de pintores que, a principios del siglo XX, manifestó su rechazo a los estilos artísticos dominantes y así colocó al arte en un plano de oposición y ruptura. Esta forma original de concebir el trabajo artístico trajo como consecuencia el distanciamiento de del artista y del público, y la crítica negativa de muchos especialistas que no comprendían los nuevos lenguajes.
Las vanguardias surgieron en momentos en que la tecnología avanzaba a grandes pasos; habían nacido nuevas disciplinas, como el Psicoanálisis, de la mano del médico austríaco Sigmund Freud; el físico Albert Einstein había publicado su Revolucionaria Teoría de la relatividad (1907) que cambió para siempre la percepción de la realidad en la dimensión espacio-tiempo.
En general, los movimientos de vanguardia se caracterizaron por cuestionar desde los problemas formales, relacionados con el lenguaje específico utilizado en la obra de arte, hasta las condiciones creativas del cine de autor y la relación del arte con el público. Estos principios, presentes en todas la disciplinas artísticas (pintura, cine, música, literatura, etc.), hicieron que el circuito -productor (artista), objeto (obra de arte), audiencia (público)- se fuera modificando permanentemente, a medida que se cuestionaba el arte como institución.
Luego de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las tendencias se multiplicaron, y se afirmó la libertad individual, por lo que cada artista decidió tomar rumbos independientes.
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